miércoles, 18 de agosto de 2010

Reflexión sobre las artes marciales en general

Como primera entrada para el blog (al margen de la presentación), he pensado en hacer una simple reflexión sobre las artes marciales en general y su evolución con el paso del tiempo.

Funakoshi Gichin, fundador del estilo Shotokan de Karate

Lo cierto es que a lo largo de la historia, las artes marciales han cambiado mucho. En sus origenes (los de este concepto, porque cosas similares ya las hubo mucho antse), tanto en China como en Japón, las artes marciales eran propias de la clase guerrera de la sociedad.

En el caso de Japón (que conozco mejor su historia), aprender artes marciales y, sobre todo dominarlas, era la llave hacia una vida próspera, pues trabajar como instructor militar de un Shôgun (señor feudal) te garantizaba ingresos suficientes para llevar una vida cómoda.

Esto hizo que florecieran por todo el pais numerosas escuelas de distintas disciplinas, siendo quizás las más importantes las dedicadas a la esgrima.

En aquel entonces, los que se dedicaban a este tipo de actividades, hacían que su vida girara en torno a ellas. El que practicaba artes marciales, lo hacia poniendo en ello su vida y su alma, entrenando y disciplinandose día a día (eso, obviamente, los que eran lo suficientemente disciplinados, pues vagos y pasotas ha habido siempre, pero esos nunca consiguieron nada).

En aquella época regida, como digo, por una clase militar bien definida, los guerreros podían matarse entre ellos por asuntos de honor sin grandes repercusiones por parte de las autoridades.

Cualquier espadachín podía formular un desafio formal hacia otro, y si este aceptaba (cosa normal, pues hacer lo contrario era deshonroso), cualquiera de los dos podia morir, y no habria represalias legales para su adversario.

Esto era debido sin duda a su cultura, de raices puramente bélicas, algo que a nuestros ojos puede parecer salvaje, pero que no lo es tanto si tenemos en cuenta que en occidente, allá por la edad media, cualquier noble podia matar a cuantos plebeyos quisiera sin problema alguno.

Al margen de esta utilidad militar para con el gobierno, las artes marciales de la época del Japón feudal estaban más ligadas a la filosofía y la evolución personal que en nuestros días.

Tienen como base un código ético, con raices en el confucianismo, el budismo zen, el shintoismo y el taoismo.
Y es que, por salvajes que pudieran ser algunos de los actos cometidos por esta clase guerrera, todos seguían una serie de reglas, la mayoría provenientes de El Arte de la Guerra. Así que, aunque se mataran unos a otros, las razones para hacerlo y la forma de hacerlo estaban bien definidas, y no eran actos tan descontrolados como pudiera parecer.

Y es que no solo los samurais practicaban artes marciales, sino que habia sectas de monjes budistas y de otras creencias reconocidas más por el manejo de sus lanzas que por sus enseñanzas religiosas.

Hoy en día, en cambio, la gente practica artes marciales por razones bastante distintas. La mayoría de la gente las practica como un mero deporte para mejorar un poco su salud (algo que no es en absoluto mala idea), como mera defensa personal (cosa que no es tampoco mala idea, pero que hace que pierda su esencia) o simplemente como hobby o, lo que es peor, para fardar e intimidar con "soy cinturón negro".

Pocos son los que hoy en día practican artes marciales para probarse a si mismos, para buscar la perfección y alcanzar una mayor comprensión del mundo. Que ojo, si que hay gente que las practica con ese enfoque, y también son bastantes, pero no es lo común. Creo que las artes marciales deben tratarse siempre desde el punto de vista filosófico, y dominarlas para demostrarse a uno mismo cuan lejos puede llegar, no tomarlas como un deporte más, a la altura de el futbol o el baloncesto. Las artes marciales exigen un entendimiento superior de todo cuanto te rodea. Debes ser capaz de librarte del "yo" puramente físico y formar "uno" con el universo, tal como predicaban los grandes maestros de antaño.
Ueshiba Morihei, fundador del Aikido
Por desgracia, poco remedio tiene esto, pues por ejemplo, en el caso de España (y es igual en el resto del mundo), las artes marciales se han centrado en meras exhibiciones y combates a puntos con árbitros.

Obviamente, no estoy diciendo que debieran practicarse como antaño en el sentido de llegar a matar a un adversario. El problema es que la gente se centra tanto en hacer de las artes marciales un deporte que no van más allá. Se quedan en el entrenamiento físico, perfeccionamiento de la técnica y la eficacia en los combates por puntos. Pocas escuelas he visto en las que se enseñe a los alumnos un transfondo filosófico que permita a los estudiantes hacerse preguntas sobre si mismos y su concepto del mundo. La mayoria se centran en conseguir trofeos y otros reconocimientos más bien superficiales, y esto es algo que a mi me parece terrible.

Así pues, pienso que habría que intentar cambiar este aspecto. Todo aquel alumno de alguna disciplina, tanto si su maestro le enseña como es debido como si no, debería investigar por su cuenta. Todos deberían leer los antiguos textos como El Arte de la Guerra o El Libro de los Cinco Anillos. Ya no digo los textos de Confucio (aunque sería estupendo), pero por lo menos si conocer un poco de la cultura que gira en torno a esos "deportes" que practican. Por supuesto, posteriormente todos aquellos que acabaran ejerciendo como maestros deberían inculcar estos conocimientos a sus discipulos. Sería estupendo que se extendieran de nuevo todos estos valores, que son por otra parte la verdadera esencia de las artes marciales.

En definitiva, las artes marciales deben servir como guía para el conocimiento personal. Deben tratarse desde la disciplina y el entendimiento, no como meros entretenimientos.

Al menos así veo yo las cosas, aunque comprendo perfectamente que haya quien no esté de acuerdo.

3 comentarios:

  1. Me ha gustado tu entrada, es de lo más interesante, además me ha ayudado a ampliar lista de libros a encargar.
    Estoy muy de acuerdo contigo prácticamente en todo lo que has escrito, es decir, la sociedad actual no reconoce el sentido filosófico de las artes marciales, a la mayor parte si les hablas de artes marciales piensen en películas de Jackie Chan, y no en la filosofía que albergan.
    Me ha gustado mucho tu entrada, espero sinceramente que pongas más pronto.

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  2. ¡Nueva entrada, y pronto! Me ha gustado mucho la entrada. Además concuerdo contigo. Las artes marciales son algo más profundo que lo que la gente ve en ellas hoy en día. Sobre todo en las más extendidas. Pero por suerte siempre quedan profesores que se preocupan por otras cosas que no sean trofeos. Por ejemplo, el profesor de Kung-fu de mi hermani no los hace competir ni les pone cinturones ni trajes -que en kunf-fu ni siquiera hay cinturones, pero muchos profesores los estan introduciendo para que la gente no se extrañe y pueda fardar de ellos-. Además, es majo, viaja mucho a China para aprender cosas y enseña además Tai chi y otras cosas. De los que van allí, los que quieren aprenden un montón sobre artes marciales de verdad, e incluso de filosofía oriental. Es genial.

    Y bueno... que no sé qué más decir, que yo soy tonta. Esperaré con ganas la próxima entrada, auf Wiedersehen!

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  3. Gracias por los comentarios xD
    Me alegro de que haya más gente que piense de la misma manera sobre el tema ^^

    Sobre las próximas entradas... intentaré publicar algo pronto, pero no se cuando podré, porque aun no he pensado siquiera el tema xD

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