martes, 28 de septiembre de 2010

Bushido, el código samurái


Tras bastante tiempo sin publicar nada (debido a razones que no vienen al caso), me he decidido a abrir una entrada dedicada al eje de la cultura bélica nipona. Aviso que es bastante larga, pero no quería quitar demasiadas cosas.

El Bushido ,o código de los samuráis, está formado por una serie de premisas, todas ellas piezas importantes del carácter de todo gran guerrero. Estas son la rectitud, el coraje, la benevolencia, la sinceridad, el respeto, el honor y la lealtad. A continuación expondre a rasgos generales cada una ellas.

La parte más fundamental de este código es la lealtad, pues un samurái siempre debe lealtad a un señor (de lo contrario, no es un samurái, sino un ronin).
Tokugawa Ieyasu, shōgun al que miles de samuráis debian lealtad
Hoy en día la lealtad se menosprecia. La gente solo hace las cosas por su bien y nunca por el de otro. Pese a haber ciertas lealtades, como aquellos que se encargan de mantener la ley y el orden establecidos en un Estado (pero que nunca van más allá), lo cierto es que, por triste que parezca, los mejores ejemplos de lealtad que perduran hoy en día se dan en el terrorismo y en el mundo del hampa. Por extraño que parezca, es en estas organizaciones criminales donde sus individuos sienten más lealtad hacia un líder determinado, llevando a cabo cualquier acto que este les ordene e incluso entregando su vida por él. En Japón, el ejemplo de la Yakuza es muy bueno, pues aunque su función esté lejos de la que una vez fue, lo cierto es que dentro de su organización son muchos los que se rigen por el estilo samurái de relaciones entre señor y vasallo, íntimamente ligadas a las tradiciones de la época feudal en todos los aspectos. Sobre este punto me extenderé más en futuras entradas, pues creo que merece la pena cuestionarse si hoy en día de verdad merece la pena jurar lealtad hacia alguien o algo.

También la rectitud es parte fundamental. Toda persona, independientemente de su clase social, empleo, etc… debería poseer esta característica, más aun si es un artista marcial. La rectitud consiste en saber estar, en comportarse siempre como es debido, tanto en situaciones extremas como en situaciones cotidianas.
Ante un combate, por ejemplo, debemos respetar siempre al adversario, nunca subestimarle ni despreciarle. Independientemente del resultado, debemos aceptarlo de buen grado y nunca ir más allá. No debe celebrarse de más una victoria, pues eso solo aumenta el ego. Tampoco debemos rechazar una derrota y reclamar al rival o a los jueces, sino que debemos saber comportarnos y aceptar el hecho de que hoy no hemos sido los mejores.
Este tipo de pensamiento y de saber estar es la rectitud, algo que, en mi opinión, debe ponerse siempre en práctica.

La siguiente premisa es una de las más importantes: el honor. ¿Qué es? El honor es saber lo que uno es y lo que uno vale. Significa protegerte a ti mismo y a lo que te atañe. En el Japón feudal un samurái podía matar a otra persona por haberle insultado, faltarle al respeto y otras causas similares. De hecho, muchos cometían seppuku (suicidio) para salvar su honor, pues de esa forma, tras haber cometido un acto erróneo, al menos moría de manera digna, y su honor quedaba intacto. Este concepto de lo que es honroso y de cómo hacer frente a lo que no lo es, es algo que se ha perdido con el tiempo. Pese a todo, no hace mucho tiempo que aquí en España la gente mataba por cuestiones de honor. Pero, ¿dónde ha quedado todo eso? A la gente ya no le importan esas cosas. Hoy en día se ha perdido casi por completo el concepto del honor. Dejando a un lado el extremo de llegar a matar o a quitarse la vida por ello, deberíamos ser capaces de recuperar ese viejo concepto, de luchar por ello. Jamás deberíamos dejar que otros nos lo destrozaran o, lo que es más importante, hacer nada que pudiera mancharlo.

Otra parte importante del código es el coraje. Hay que destacar que esto es algo que va íntimamente ligado al honor, pues quien no tiene coraje, no defiende su honor y, por tanto, lo pierde con facilidad. El coraje es saber plantarle cara a cualquier dificultad. Ojo, tener coraje no significa que no se pueda tener miedo. El miedo existe siempre, pues hasta los grandes guerreros lo tienen, pero tener coraje implica saber que hay algo más importante que el miedo, que hay algo por lo que merece la pena luchar y hacerle frente a esos temores. Si alguien va a hacer daño a un ser querido o al que le debas lealtad, debes ser capaz de hacerle frente, aunque estés en algún tipo de desventaja. Si de verdad esa persona es importante para ti, tendrás que demostrar coraje arriesgando tu vida para salvar la suya, pues, si de verdad es importante, ¿podrás vivir sabiendo que le pasó algo y no fuiste capaz de hacer nada para evitarlo? La gente se empeña en decir que “nunca sabes si vas a ser capaz de hacer ese tipo de cosas hasta que te ves metido en una situación así”, pero eso no es cierto. Todo depende del concepto que tengas de tu vida y de tu muerte. El coraje hay que adiestrarlo día a día, mentalizándose de que en cualquier momento vas a necesitar aflorarlo. Para esto hay que tener cierta concepción de la muerte, de la que ya hablaré en futuras entradas. Para tratar de explicar un poco más esto, pondré como ejemplo lo que decían los samuráis en la antigüedad: si has de morir en el campo de batalla, asegúrate de hacerlo de cara al enemigo, y nunca de espaldas.

Hay que tener siempre presente también la benevolencia. Sobre esto se discutió mucho en la época samurái, pues los más radicales pensaban que no había que perdonar los actos cometidos por otros y que no había que sentir lástima por el prójimo, pero lo cierto es necesario ser benevolente. Todo guerrero debe ser magnánimo, a la par, eso sí, que implacable. Puedes atacar a alguien porque haya hecho algo en tu contra, pero debes ser capaz de perdonarle si asume su culpa de corazón y se compromete a enmendar sus acciones. Así mismo, nunca hay que guardar malos rencores hacia otras personas. El pasado no se puede borrar, pero si puede mejorarse el presente y el futuro. Por ejemplo, si te enfrentas a un amigo por alguna razón y arrastras el resentimiento toda la vida, solo hallarás amargura y un profundo sentimiento de soledad. Por mucho que te digas a ti mismo lo contrario, con el paso del tiempo, aunque por cabezonería quieras mantener esa disputa del pasado, lo cierto es que solo sentirás una  gran pena y una gran nostalgia.
No obstante, la benevolencia no es solo el perdón, sino más bien ver siempre los aspectos positivos de la gente y desechar los negativos. Es algo que todos deberíamos poner en práctica, pues no aporta nada fijarse solo en los defectos de la gente, pero si tenemos mucho que ganar si exaltamos sus virtudes.

Algo que todo guerrero debe poner en práctica también es la sinceridad. Un artista marcial, más aun un samurái, debe decir siempre la verdad, aunque ello le traiga malas consecuencias. Si has hecho algo malo, confiesa y mantén tu  honor. Jamás lo niegues, pues solo conseguirás engañarte a ti mismo y arrastrar esa mancha en tu conciencia. Además, si confiesas y pides disculpas, serás perdonado, pero no te librarás del castigo si lo niegas hasta el final y luego se demuestra lo contrario.

Por último, el respeto. El respeto es saber valorar todo aquello que nos rodea. Hay que sentir respeto por las personas y por el entorno, y nunca mancillarlos. Debes respetar a todas las personas por igual, sean tus aliados o tus enemigos. Cualquier persona, por horrible que pueda parecer, merece cierto respeto por ser como es. Nunca debemos despreciar a nadie. Esto podía verse en el Japón feudal, donde antes de enfrentarse en combate (ya fuera a muerte por cuestiones de honor o de otra índole), se enviaban retos formales al contrario, informando de las intenciones de quien formulaba el desafío y pactando entre ambas partes el lugar, la hora y otros detalles (aunque, que conste, no siempre era así).
Esta práctica puede parecer absurda, pero se basa en el respeto. Si es cierto que había quien directamente se dedicaba a provocar y difamar a aquel a quien quería enfrentarse, pero los verdaderos guerreros respetaban a sus oponentes, y aun con intenciones de acabar con sus vidas, les trataban como es debido.
Siempre debemos respetar a los demás, pues como dirían los antiguos samuráis: hacer lo contrario es propio de ignorantes y bárbaros, no de una clase marcial.

En resumen, estas son algunas de las ideas que pueden extraerse del pensamiento (al menos teórico) que tenían los samuráis del Japón feudal. Considero que todos ellos deberían ponerse en práctica hoy en día y que, adaptándolos a la sociedad actual, haría de todos nosotros mejores personas.

Es difícil, y mucho, pero con esfuerzo y perseverancia pueden entrenarse poco a poco todas estas cualidades. 

Evidentemente nadie llegará a ser perfecto, pero si de verdad se propone mejorar en estos aspectos, ya habrá conseguido mucho más que la mayoría.

4 comentarios:

  1. Genial! Me ha encantado, ya conocía más o menos el código del bushido, pero tu explicación es fantástica!
    Estoy de acuerdo contigo con respecto a la ''necesidad'' de integrar estos preceptos en la sociedad actual. Aunque suene tópico, en gran medida la pérdida de muchos de estos principios se debe al sistema capitalista, donde se valora el dinero por encima del propio honor, convirtiendo la raza humana en algo vano, lamentable. Como dijo Voltaire: ''Quienes creen que el dinero lo hace todo, terminan haciendo todo por dinero.''
    Hoy día, tal y como has dicho, poca es la gente que hace algo desinteresadamente, como un simple acto de lealtad, o de benevolencia, sino que todos esperan algo a cambio. Cuando un samurái decidía perdonar la vida a un rival, o cuando cometían Sepukku, no esperaban recibir algo a cambio, lo hacían por honor. Eso ya no existe.
    La sociedad actual carece de integridad y de personalidad. Las normas están dictadas según lo establecido, no se trata de establecer ninguna nueva norma, ni se reivindica nada. Nietzsche llamaba a esto ''moral de esclavos'' o ''moral de rebaño''. Eso es la sociedad actual, un rebaño de ovejas, guiadas por el dinero (o por quienes lo poseen), que carecen de honor y no tienen nada que proteger, simplemente aceptan su ''destino'', que es el de servir a su señor. ''Poderoso caballero es don dinero'' (no hace falta que diga de quien es).
    Volviendo al tema, me encanta el bushido, pero considero que la interpretación samurái era demasiado extrema, yo soy muy epicureista, moderación ante todo. aunque no se si prefiero eso ante la actual carencia de interpretación...

    Con respecto a la típica frase ''no puedes saberlo hasta que lo vives''... Eso es muy actual, quiero decir: Antes si se consideraba que el honor estaba dañado, nadie cogía una espada y iba a junto el que había mancillado su honor ''a ver si podía matarlo'', ergo, me parece una tontería.

    En conclusión, estoy de acuerdo contigo creo que en todos los aspectos xD. Me despido con una frase de Karl Marx modificada en los 70-80 por Bill Waterson (dibujante de Calvin y Hobbes):

    La televisión es el opio de las masas.

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  2. Qué buena entrada, me ha encantado leerla, ya no solo por la información que da, sino porque estoy de acuerdo en que todos deberíamos conocer, sino este código, sus bases, saber qué cosas hacemos bien o mal, tratar de mejorar. No es que haya que seguirlo como en esa época, es obvio que nadie va a matar a nadie por desonor (que es la parte más cruel de todo esto), pero sí hay que saber qué significa, por qué importa. Cultura, eso es lo que hace falta. La cultura es lo mejor que se ha inventado, y viene por cualquier medio si se la deja entrar. Por desgracia se selecciona todo lo no-cultural para absorber... y de ahí que estemos, con perdón, rodeados de idiotas. Menuda sociedad esta... solo con una pizca de cualquiera de estas cualidades, esto sería otra cosa.
    En fin, que a mi no me da para hacer un comentario tan largo y genial como el señor, pero que sepas que he leído y me ha encantado. Me encanta este blog =D.

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  3. Me alegra que os gustara ^^
    Lo cierto es que tengo bastantes más ideas para temas sobre los que debatir, lo que pasa es que siempre dudo un poco antes de hacer una entrada, pues siempre tengo la sensación de pasarme de listo o algo similar.
    Pero bueno, pronto habrá más xD
    Eso sí, me gustaria que de vez en cuando alguien dieran un punto de vista algo diferente, para poner comparar y sacar conclusiones colectivas.

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  4. Me gusto mucho tu entrada. La verdad que no conocia el codigo del Bushido y me resulta interesante. Seguramente que si se adaptara a la actualidad dejando de lado la parte mas extrema (Como lo del Seppuku y demas) y demas, todo iria mucho mejor.

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